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La agricultura en Caldas es la que genera la mayor subreutilización del suelo.
"Caldas es el departamento más sobreutilizado en Colombia, con un 55% de su área afectada por el exceso de agricultura en suelos de alta fragilidad, por pendiente, erosión y procesos de remoción en masa". Esta es la conclusión del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) luego de un estudio en el que se analizó la oferta y la demanda de los suelos.
La entidad elaboró una clasificación en la que Caldas aparece como el sexto departamento en el que hay mayor conflicto de suelos. Es el resultado del uso inadecuado (quemas, pastoreo en suelos no aptos y explotación minera sin control) o la falta de prácticas que estimulen el aprovechamiento de este recurso, ya sea por la sobreutilización o la subutilización.
Germán Darío Álvarez Lucero, subdirector de Agrología del IGAC, explicó que el estudio es el resultado de un esfuerzo de 11 entidades del Estado, entre ellas Parques Nacionales, el Ideam; los ministerios de Ambiente, Minas y del Interior.
De igual manera, destacó que el Instituto es la autoridad nacional agrológica. "Tenemos la responsabilidad de hacer el inventario de los suelos de Colombia; su descripción, caracterización, la capacidad, vocación de uso y para qué sirve". Fue necesario cubrir el territorio a partir de imágenes de satélite y confrontarlas con la información de otras instituciones y de gremios.
El directivo hizo énfasis en que la composición de los suelos de la zona tienen origen volcánico y por ello recordó la vieja enseñanza del Profesor Yarumo que invitaba a sembrar atravesado. Es necesario porque en las montañas de alta pendiente, con suelos expuestos por actividades agrícolas y actividad ganadera, se deteriora la calidad del suelo.
En medio de este panorama crítico dijo que es un escenario de advertencia para que no se pierdan los suelos ni su productividad. Al tiempo destacó que Caldas ha sido pionero en realizar estudios de suelos detallados.
Se recuerda que el IGAC, Corpocaldas y la Gobernación suscribieron un convenio el año pasado para adelantar estudios de la cuenca del río Chinchiná que abarca cinco municipios: Manizales, Villamaría, Neira, Palestina y Chinchiná.
Álvarez Lucero manifestó que ese insumo permite corregir la situación de suelos en riesgo y planificar mejor. "La determinante ambiental de mayor impacto a la hora de planificar el territorio es el agua", enfatizó. Lo que debe seguir es que los demás municipios le apuesten a tener mejor información de sus cuencas.
El funcionario del IGAC destacó para el caso de Caldas que Marmato tiene un 92% de conflicto de uso del suelo. Allí la actividad predominante es la minería. "Debería tener otra actividad productiva sea agrícola o ganadera, pero por el cambio de uso de suelo tiene conflicto". Recomendó que el municipio desarrolle una política de protección.
Otros municipios en los que hay una alta sobreutilización es Aguadas con 35 mil hectáreas, Salamina con 31 mil, y Samaná con 39 mil. "En ellos hay que buscar alternativas para planificar mejor el uso del territorio", indicó.
Las prácticas inadecuadas del uso de suelo pueden ocasionar a futuro que haya menos sitios para explotación que los que requiere el campesino. "Eso quiere decir que el suelo perderá su capacidad productiva. Cuando eso sucede el campesino se retira. Si el suelo es plano se recupera, pero en pendiente se erosiona y por eso se notan esas cicatrices en el paisaje, que evidencian mal manejo", dijo Álvarez y agregó que ello genera una forma de desplazamiento del campesino.
El impacto entonces es social porque el suelo deja de producir; ambiental, por pérdida de cobertura, biodiversidad y disponibilidad de agua, y finalmente la tierra tiende a perder valor, que es la mayor fuente de riqueza del campo.
Sin embargo, Álvarez insistió en que la sobreutilización no es una pérdida irreparable del suelo sino una advertencia de que la tendencia de uso puede llevar a una disminución progresiva de la productividad. "Lo que buscamos es que con esa información generemos conocimiento. Estos insumos el IGAC los pone a disposición de las entidades para que planifiquen mejor el uso del territorio, que los campesinos y gremios tengan información para que sean sostenibles y competitivos", concluyó.
El conflicto de suelos se entiende como un desequilibrio entre oferta y demanda. La oferta es lo que ofrece el paisaje y sus características para producir, mientras que la demanda es lo que hace el hombre con ese suelo. Cuando la demanda es mayor a la oferta se dice que hay conflicto por sobreutilización, pero si la demanda es menor se le llama subutilización.
Los datos más relevantes del estudio del IGAC en relación con Caldas son:
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744 mil
560 hectáreas tiene el departamento.
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469 mil
072 hectáreas presentan conflictos en el uso del suelo.
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55%
del área de Caldas está sobreutilizada
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8%
del área de Caldas está subutilizada.
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