JULIÁN GARCÍA
LA PATRIA | VILLAMARÍA
Seis personas LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex) de Villamaría, dos hombres y cuatro mujeres, acudieron a la Notaria a tramitar el cambio de nombre y género. Fue el primer proceso masivo de cedulación de esta comunidad en el municipio.
La Alcaldía pagó el costo de la escritura pública -$130 mil-, documento necesario para que la Registraduría Nacional tramite las cédulas.
Sara Ángel Vera Giraldo, trans de 28 años, no quiso dar su nombre de pila como hombre porque prefiere dejar su pasado atrás. Está pendiente de recibir la contraseña de su nueva cédula, ya hizo este proceso en la Notaría. Es enfermera, pero debido a su condición sexual no ha podido ejercer. “Nos rechazan mucho”, afirmó.
Lleva cuatro años en un proceso de hormonización, pues la entidad de salud a la que está adscrita le negó las cirugías. “A los 8 años comencé a tener atracción por personas del mismo sexo. Mi familia me rechazo al principio, y con el tiempo me aceptaron”.
Villamaría abrió la Oficina de Equidad de Género en marzo, funciona en la Escuela de Artes y Oficios Laura Pinzón. “Tiene como política social apoyar a la población diversa. Hay dos líneas de atención, una con mujeres y la otra con trans. Creamos un programa de mujeres emprendedoras. Hay otras cinco personas que están interesadas en tramitar el cambio de nombre”, dijo Katherine Gómez, coordinadora de esta dependencia.
La Oficina de Género hizo un ejercicio de cultura ciudadana, llamado Camino a la diversidad y en el que trans, homosexuales, bisexuales y heterosexuales vieron en tabletas testimonios de vida de personas diversas.
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