Mateo Yepes S., Óscar V. Mejía, Juliana Villanueva*
LA PATRIA | MANIZALES
La posibilidad de recibir recursos del posconflicto quedó repartida en 19 de los 32 departamentos en los que Caldas no figura. Serán en total 170 municipios los que recibirán cerca de $80 billones para invertir en proyectos productivos conocidos como los Proyectos de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), creados por el Ministerio de Agricultura con el Decreto 893 de 2017.
Con un plazo de ejecución de 10 ańos tienen como objetivo hacer cumplir el primer punto del acuerdo de paz, la Reforma Rural Integral, mediante la “transformación estructural del campo y del ámbito rural”.
¿Hay o no hay recursos?
La respuesta del Secretario de Gobierno de Caldas, Carlos Alberto Piedrahíta, fue clara: “Propiamente del posconflicto no hemos recibido recursos”. De acuerdo con el decreto que reglamentó los PDET, ningún territorio del Eje Cafetero está en los planes para recibir estos dineros.
Más allá de esos recursos, algunos municipios del departamento intentaron lograrlos por otra vía: el plan de las Zonas más afectadas por el conflicto (Zomac). Las propuestas se enviaron desde Anserma, Belalcázar, Marulanda, Norcasia, Pensilvania, Riosucio, Risaralda y Samaná, pero ninguna fue aprobada, según las declaraciones que en su momento dio Miguel Trujillo, secretario de Desarrollo Económico del departamento.
"Proyectos en las regiones sí hay y muchos, esa no puede seguir siendo la excusa del Gobierno Nacional, que no hay. En Caldas se presentaron varios, lo que extrańa es que todos fueron rechazados", dijo en una entrevista a LA PATRIA en marzo del 2018.
El plan Zomac pretendía que los empresarios gestionaran proyectos en las regiones necesitadas a cambio de la reducción de impuestos, bajo el lema "Obras por impuestos". Las iniciativas enviadas desde Caldas esperaban inversiones hasta de $40 mil millones. Incluso, ya había empresas interesadas como Acesco, Navesgo, Susuerte, entre otras.
Conflicto en Caldas
Las consecuencias de los enfrentamientos entre grupos armados en el departamento las sufrieron 100 mil personas. Las disputas de las Farc y las autodefensas con la Fuerza Pública desplazaron a miles de víctimas de zonas rurales a urbanas, incluso a Manizales. Estos hechos, más los homicidios y amenazas que ocurrieron en grueso en el 2002, fueron los más frecuentes en la época, según el Registro Único de Víctimas (RUV).
Los municipios más afectados fueron Samaná, Pensilvania y La Dorada que suman 43 mil víctimas. Manizales tiene un registro de 18 mil afectados; sin embargo, es difícil esclarecer si son de la ciudad o son migrantes que llegaron por esa misma condición.
En Samaná, en el oriente de Caldas, 21 mil resultaron afectadas como consecuencia de la guerra. Este lugar fue el epicentro de las confrontaciones entre el Frente 47 de las Farc, al mando de alias 'Karina', y el Bloque paramilitar del Magdalena Medio, en cabeza de Omar Isaza, alias ‘Teniente’.
Este municipio, que según las proyecciones del DANE para 2018 (según el censo del 2005, pues los datos del más reciente aún no están disponibles), tiene 25 mil habitantes, es el más golpeado por el conflicto armado en Caldas y en todo el Eje Cafetero. El 84% de su población sufrió desplazamientos, homicidios, amenazas, entre otros hechos victimizantes.
¿Cabía Caldas?
La entidad encargada de la caracterización de los territorios fue el Departamento Nacional de Planeación (DNP), que en un documento disponible en su página web con fecha de julio del 2017, definió los requisitos.
El trabajo realizado por el Grupo de proyectos especiales del DNP seńaló que los aspectos que permitieron la decisión de los municipios priorizados fueron: la composición demográfica, las condiciones de vida, el desarrollo económico, el medioambiente y uso del suelo, la seguridad y las víctimas del conflicto.
LA PATRIA reunió los datos de dos municipios de Caldas más afectados del conflicto por número de víctimas y los comparó con dos municipios priorizados del Valle del Cauca. Si bien los territorios de Caldas tienen buenos registros en los componentes de condiciones de vida y desarrollo económico, en seguridad y víctimas, las cifras son importantes: Samaná, Pensilvania aportan gran parte del total de las víctimas del departamento.
Intentos
Para el gobernador de Caldas, Guido Echeverry Piedrahíta, es injusto que el departamento no esté priorizado en los municipios PDET. “Lastimosamente estos departamentos que mejor lo han hecho terminan siendo castigados por el Gobierno Nacional”, lamentó.
Incluso presentó un documento en el que intentaba demostrar que sus tierras merecían estar dentro de los proyectos para el posconflicto. Con una línea de tiempo y un comparativo con los casos de violencia en Caldas y Cauca, intentaron convencer a la nación de la necesidad de que esos recursos llegaran a Caldas (Ver gráfico).
El departamento está libre de cultivos de coca y, según el mandatario, parcialmente sin minas antipersonales.
En educación, por ejemplo, tampoco fue tenido en cuenta. Hernán Patińo, fiscal del sindicato de Educadores Unidos de Caldas (Educal) dijo: “El departamento estuvo, hace dos ańos, inicialmente priorizado para esta convocatoria, por tener municipio que fueron víctimas del conflicto. Orientamos a los docentes para que participaran y de un momento a otro quedamos por fuera”.
El Ministerio de Educación emitió esta semana la convocatoria para cubrir vacantes de profesores en 119 municipios focalizados, en los que no figura ninguno del departamento.
Inconformes
Líderes y alcaldes de algunos municipios lamentan que se haya olvidado la magnitud que tuvo el conflicto en el departamento:
Bernardo Arley Hernández, alcalde de Riosucio
Nosotros mandamos solicitudes para que Riosucio quedara dentro de los municipios priorizados. Riosucio, Supía, La Merced, también sufrieron el conflicto como los municipios del oriente de Caldas.
Que no estemos priorizados es preocupante porque Caldas tuvo muchas víctimas. Nuestros planes de desarrollo fueron construidos con base en el proceso de paz. Ese fue el lineamiento del expresidente Santos, que todos los proyectos que presentáramos estuvieran enfocados al posconflicto.
Jesús Iván Ospina, alcalde de Pensilvania
El gobernador, junto con la Secretaría de Gobierno, hizo una reclamación en la que comparó algunos municipios de Caldas con otros de otras regiones y de lejos teníamos razones para haber quedado entre los municipios priorizados.
No entendemos los criterios de priorización para esos 170 municipios PDET y considerábamos que debíamos estar por el nivel de afectación que se tuvo en la región por el conflicto armado, que aún se vive.
Abel David Jaramillo, representante a la Cámara por Caldas
Tenemos esa inquietud porque en el oriente y el occidente sufrieron fuertemente por el conflicto. La mayor preocupación desde la Cámara y desde la Comisión de Paz, es que se ve un incumplimiento del gobierno con lo pactado y también con los municipios priorizados para la atención integral de sus necesidades básicas insatisfechas.
*Este reportaje es el resultado del proyecto periodístico colaborativo ‘Los números del posconflicto’, que pretende abrir los datos y sumar a la construcción de una agenda de seguimiento sobre los dineros para la paz en Colombia. Iniciativa de Consejo de Redacción y VerdadAbierta.com en alianza con seis medios colombianos
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