Sebastián Giraldo y Óscar Veiman Mejía
LA PATRIA | Manizales
Mauricio Lizcano y Óscar Iván Zuluaga llegaron a estar juntos, desde el punto de vista político miraban para el mismo lado. Los unía el presidente Álvaro Uribe. Ambos compartieron filas en el Partido de la U, en la década pasada.
Sin embargo, hubo una doble división y Lizcano buscó por su lado sus aspiraciones. La cosa pasó a mayores con el fracturamiento de las relaciones Uribe-Santos.
Óscar Iván llegó a ser el candidato presidencial por el uribismo en el 2014. Lizcano siguió escalando, por el santismo, hasta llegar a la Presidencia del Congreso.
Sus voces por el Sí, en el caso de Lizcano, y por el No, en el de Óscar Iván, se han escuchado y muy fuerte en encuentros públicos y medios de comunicación.
Imperativo ético
La paz se fundamenta sobre la vida. La razón es 227 mil muertos, 50 mil desparecidos, 8 millones de víctimas. Firmar la paz es nada más y nada menos que evitar la fábrica de víctimas de nuestro país y salvar vidas.
Imperativo estratégico
Colombia ha girado directa o indirectamente alrededor de las Farc. Votamos por Andrés Pastrana porquepropuso la Paz. Por el presidente Uribe porque propuso una política de seguridad democrática en contra de las Farc. Y por el presidente Santos porque de nuevo hizo una apuesta de paz. Es decir, Colombia gira alrededor de un grupo al margen de la ley. Votar Sí al plebiscito es acabar con las Farc y con este círculo vicioso de guerra y paz y concentrarnos en temas estratégicos más importantes como educación, salud y empleo.
Redirección del gasto público
La focalización del gasto público en lo verdaderamente importante. En temas más productivos. Colombia se gasta $77 mil millones diarios en esta guerra. El país es el segundo del mundo, después de Rusia, que en tamaño de su economía, en relación PIB , gasta más en defensa. No podemos seguir en una carrera armamentista con gasto público desenfrenado en seguridad cuando tenemos otras prioridades como educación; carreteras, que apenas estamos empezando con las 4G; desarrollo agrícola, salud. Por cuidar el frente de seguridad o financiar esta guerra estamos dejando de focalizar el gasto en temas que pueden mejorar mucho y hacer crecer la economía y productividad el país.
Una paz con justicia
No es con impunidad. Quienes comentan delitos graves serán juzgados, van a ir a tribunales, van a ser sancionados, es decir, tendrán condenas. Para lograr beneficios tendrán que contar la verdad, entregar las armas, entregas las rutas, reparar a lasvíctimas, de lo contrario pagarán condenas entre 15 y 20 años. Es decir es una paz con estándares internacionales, que tiene altos componentes de justicia.
Acabar con las Farc
Si votamos Sí al plebiscito. Dejarán de existir, dejarán de ser fuerzas, dejarán de ser armadas y dejarán de ser revolucionarias. 15 mil hombres dejarán las armas. Y votar No significa que las Farc sigan en el monte. E implica acabar con el narcotráfico porque el Acuerdo los compromete a dejarlo, a entregar las rutas y los recursos.
Sin impunidad
En primer lugar, los cabecillas de las Farc que han cometido secuestros, masacres, extorsión, tortura, violación de mujeres y reclutamiento forzado de menores, no van a pagar un solo día de cárcel. Eso no solamente va en contravía de la ConstituciónPolítica de Colombia, también va en contra del Estatuto de Roma, que establece que la única sanción para los crímenes de lesa humanidad es la pérdida de la libertad, la cárcel.
Premiados
En segundo lugar, esos cabecillas no solo no van a ir a la cárcel sino que van a poder ser elegibles políticamente. Los premian porque los habilitan de manera inmediata para participar en el Congreso y la Cámara.
Delito político
Lo tercero es que el narcotráfico se lleva a la categoría de delito político. Esto significa que no van a poder ser extraditados. Tampoco se les exige el dinero del narcotráfico en el Acuerdo. El dinero del cartel de cocaína más grande del mundo que podría reparar a las víctimas y pagar el desminado.
Falta equilibrio
Lo cuarto es que se crea un tribunal especial de justicia que es supranacional, que está por encima de la justicia ordinaria y que además cuenta con la participación de magistrados del exterior. Un tribunal que al tener la categoría de supranacional puede revisar sentencias que han hecho tránsito en el juzgado de la justicia ordinaria. Eso nos parece que rompe el equilibrio de poderes y sustituye el aparato judicial.
Constitución para las Farc
En quinto lugar, si gana el Sí, ese acuerdo adquiere la categoría de bloque constitucional, es decir, se convierte en una Constitución Política para las Farc y hecha por las Farc. No se podrá modificar sin el visto bueno de ellas. Esos cinco elementos nos llevan a nosotros a concluir que el Acuerdo no es un buen camino para avanzar hacia la paz verdadera. Por eso, la única forma de poder mejorar lo pactado es si gana el No en el plebiscito.
- “Más años de guerra nunca serán mejor que salvar vidas futuras”.
- “En toda la historia de Colombia ha habido guerra. Esta es una oportunidad única de cambiar esa constante”.
- “Durante los nueve años que estuve secuestrado vi el sol dos veces, así que tengo autoridad moral para decir que, tenga los errores que tenga, el fin del conflicto permitirá que menos gente sufra lo que yo sufrí”.
- “Darle otra oportunidad a las Farc no es olvidar. Las víctimas, como decía Primo Levi, deben recordar para evitar la repetición”.
- “La paz no es de ningún partido político. No es ni de Santos ni de Uribe”.
- “Si gana el No es muy improbable que las Farc vuelvan a sentarse en la mesa de negociación. En Ruanda, por ejemplo, cuando Hutus y Tutsis buscaban la reconciliación, una interrupción de las negociaciones significó la masacre de 800 mil africanos”.
- “No hay perdón si no se perdona lo imperdonable”.
- “Santos llegó con unas ideas a la Presidencia y luego gobernó con otras.
- “Santos ha usado el cuento de la paz como caballito de campaña para reelegirse”.
- “Durante las negociaciones se negaron cosas que efectivamente salieron en el Acuerdo final: sueldo para guerrilleros, participación política y amnistías”.
- “Se bajó el umbral de participación al 13% del censo electoral”.
- “El Gobierno ha usado un lenguaje ambiguo con el que intenta confundir a la gente: el Acuerdo no es paz, es el desarme de determinado grupo armado”.
- “La pregunta del plebiscito es mentirosa y busca condicionar al votante. ¿Quién no está de acuerdo con una paz estable y duradera para el país? La verdadera pregunta debió ser ¿Está de acuerdo con el Acuerdo?”.
- “El Gobierno vende el estereotipo de que todas las víctimas están a favor del plebiscito”.
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