Óscar Veiman Mejía
LA PATRIA | Manizales
Con mucho gusto les presentó a Miguel Tangarife, de quien espero que al final de esta nota digan que es un verdadero todero, todoterreno, rebuscador o guerrero, pues en Aranzazu, su pueblo de 14 mil habitantes, se gana la vida haciendo incontables oficios.
El fin de semana y acorde con lo que estuvo de moda en su tierra trabajó como celador nocturno de la sede de la Exposición Equina, donde en el día vendió gaseosa luego de que le prestaron 100 mil pesos para invertir. También aprovechó para cepillar caballos, cuidar y lavar carros y estaba listo por si había que hacer reír a los turistas disfrazado de mujer con dos naranjas como senos, lo mismo que hizo en las Fiestas de la cabuya de octubre pasado.
“Yo soy un todero, a la orden, qué hay que hacer”, dice orgulloso este hombre dedicado al rebusque, algo muy aferrado al lenguaje popular, pero muy lejos de las estadísticas oficiales de municipios colombianos sumidos en el desempleo y en la pobreza.
Oficios varios quizá dignifica la palabra rebusque e incluye todo un diccionario de tareas. Pintar, lavar platos, rebocar paredes, desbaratar sanitarios, lavar pisos, barrer patios, podar pasto, arreglar jardines. También significa cazar y vender gallinazos para un remedio, que asegura, curar el cáncer; cambalachear perros callejeros, luego de bañarlos y perfumarlos; vender gaticos descubiertos en una bolsa en cualquier esquina; conseguir cangrejos bajo tierra para la tos, cultivar y ofrecer rudas y sabilas para la buena suerte...
Y hay más, todo en el repertorio de Miguel Tangarife: cargar y descargar camiones; corotear puertas, camas y escaparates; vender velones en Semana Santa y arreglos navideños en diciembre; disfrazarse de loco o de mujer para hacer reír a rumberos hartos de la fiesta; ganarse el desayuno en el Parque de Bolívar contándoles chistes a los conductores que cubren las rutas rurales; cuidar y hasta rezar por sus paisanos. Como dice él todo por la plata.
Este hombre fue capaz de desenterrar un caballo, luego de cinco años de muerto. El animal perdió la vida al rodarse en una finca. Miguel sabía donde estaba el cadáver, pues el día en que lo enterraron tuvo la precaución de señalar el sitio con una cruz dibujada en un árbol
“Un día no tenía plata y me acordé del caballo. Fui y lo desenterré, ya era solo huesos, los cuales lavé en una quebrada cercana y se los vendí por kilos a Salvador Salazar, el chatarrero del pueblo. Después me decían que los había sacado del cementerio, pero yo tenía claro que eran de un caballo”.
Si usted va a Aranzazu no se le haga extraño ser recibido por un hombre que se ofrece a llevarle el equipaje. Poco después lo puede ver corriendo y hablando a toda velocidad ofreciendo piñas, papayas, bananos, y después lo ve cargando una puerta gigante o quizá reunido con personas que a cada instante sueltan carcajadas.
En primera persona
“Tengo 50 años. Mi madre murió 20 días después de que yo nací, por eso soy el menor de cuatro hermanos. A mi padre nunca lo conocí. Nacimos en una finca cercana de Aranzazu”.
“Una tía se encargó de criarme. Estudié en la escuela veredal hasta tercero de primaria, creo que aprendí lo suficiente par defenderme solito en la vida”.
“De niño en la finca trabajaba sobre todo en la molienda de caña. Hacía de todo: cargaba leña y caña, bagaciaba, atizaba, arriaba las bestias alrededor del molino. También encerraba los terneros porque solo me hacían caso a mí”.
“Cuando tenía unos 12 o 13 años nos vinimos a vivir a Aranzazu. Luego me casé, tuve tres hijos y por ellos he luchado todo este tiempo. Siento que nunca me ha ido mal, pues no me he varado por trabajo y siempre llego a la casa con la comida. Mi esposa me dice que soy muy loco, pero es por todas las cosas que hago por conseguir el sustento”.
“Mi meta en la exposición equina eran 170 mil pesos para cumplir el sueño de mi hijo de tener una bicicleta Por eso, trabajé como celador, vendí gaseosa, cargué 40 latas de zinc y cuidé y lavé carros”.
Personaje típico
Eso de andar dispuesto para todo, “pa las que sea”, como dice él, o ser un verdadero hombre ceñido a la Carta García (cumplir las órdenes sin importar los inconvenientes) le ha valido convertirse en un personaje típico y querido en su pueblo.
Dos personas de Aranzazu dicen lo siguiente sobre Miguel:
“Vende una loca embarazada”
Orlando Gutiérrez, comerciante: “es un personaje del pueblo, hace la labor que sea, es como se dice 'de hacha y machete', tiene una gran ventaja y es que trabaja sin pena; es como las gallinas 'lo que caiga al patio'. Por su forma de hablar 'enreda un duende en un cebollal' y para las ventas nadie le gana con decir que 'vende hasta una loca embarazada'”.
“Amigo del pueblo”
Arbey Molina, comerciante: “ es como dicen los muchachos de ahora 'un parche'; todos de alguna forma tenemos que ver con él para que nos venda o nos compre. Es el amigo del pueblo y una persona que se le mide a lo que sea, trabaja sin pereza en todo momento”.
Sus secretos
¿Cuál es la clave para ser un buen vendedor o conseguir plata?
Para vender es hablar con seguridad, yo lo hago rápido. Y también se necesita suerte, sin ella es imposible lograr algo.
¿Cómo distingue a un buen comprador y uno malo?
El buen comprador no se fija en detalles. El malo mira y mira el producto hasta encontrarle todos los reparos y al final dice que no puede comprar que porque tiene otros gastos. Entonces es mejor dejarlo y no perder tiempo porque en la otra acera me esperan más clientes.
¿Cuál es el trabajo más duro para usted?
Ninguno. El único que no me gusta es el de embolador, no me siento bien.
¿Qué piensa de quienes piden limosna?
Eso no se debe hacer. La plata está hecha y hay que ir por ella de manera honrada, es solo pensar cómo y listo. Vean, en Cali yo trabajé como ayudante de construcción, pero quería ganar más. Me puse a ver que botaban el empaque del cemento y un día decidí empezar a recogerlos y luego los vendía kiliados. ¿A quién le hice mal? a nadie y me gané unos pesos de más.
En frases
Las siguientes palabras, de Miguel Tangarife, están dedicadas a miles de hombres y mujeres que día a día hacen del trabajo una bendición:
“Siempre madrugo porque sé que la plata no me llegará a la cama”.
“Ganarse la plata honradamente es lo mejor, pues robando se acaba la tranquilidad y el disfrute dura menos porque a la persona tarde o temprano la matan”.
“Me gusta cuidar a la gente, es más rezo para que a todos les vaya bien”.
“Para mí no hay tiempos malos, lo que son es oportunidad para hacer plata”.
“Solo descansaré cuando muera”.
La tasa de desempleo cerró el trimestre agosto, septiembre, para Manizales y Villamaría, en 11,4%, en el 2011 estuvo en 11,7, lo que significa alrededor de 23 mil desocupados. Miguel Tangarife, el personaje de esta historia, sigue como un todero en su pueblo, Aranzazu. Con la plata que consiguió en la exposición equina le compró la bicicleta prometida a su hija.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015