LA PATRIA | Caldas
A sus 49 años Alba Lucía Zuleta alcanzó el sueño de adolescencia, ser socorrista de la Cruz Roja. El pasado sábado recibió el uniforme de pantalón azul índigo, correa negra y camiseta blanca con una cruz estampada en el pecho.
Lo hizo junto a otros 24 indígenas del resguardo San Lorenzo, en Riosucio (Caldas), que fueron certificados como socorristas voluntarios (20 socorristas mayores de 18 años, 4 juveniles entre 14 y 18, y 1 prejuvenil entre 10 y 14).
“Me gusta mucho ayudarles a las personas, de corazón y en lo que se pueda, me dieron la oportunidad. Fueron 80 horas de capacitación todos los sábados en la tarde y las aproveché. Tengo cuatro hijos, ya todos muy viejitos, el mayor de 30 y el menor de 21, por eso tengo tiempo de prestar el servicio”, revela Alba Lucía, quien reside en la vereda Buenos Aires.
Aunque les faltan elementos, dice que están listos para prestar los primeros auxilios en salud, dar apoyo psicológico y socorrer en casos de deslizamientos en las veredas de los tres resguardos: Cañamomo-Lomaprieta, La Montaña y San Lorenzo.
Hasta un adulto especializado en medicina tradicional indígena y hombres bomberos se certificaron en un proceso que comenzó en julio del 2015 y culminó el pasado sábado. La instrucción la dio la Cruz Roja Colombiana Seccional Caldas, a través del grupo de Apoyo Municipal de Riosucio y la Dirección de Voluntariado Departamental.
Es la primera promoción de socorristas indígenas, indica Jorge Enrique Morales, Director Seccional de Voluntariado de Juventud y Socorrismo. Todo comenzó por una solicitud de capacitación en primeros auxilios que les elevó el año pasado la comunidad de San Lorenzo, dadas las distancias de las veredas con Riosucio. “Se hizo una convocatoria y asistieron 33 jóvenes. El gobierno indígena decidió iniciar la formación básica para voluntarios. Recibieron formación en doctrina institucional, voluntariado, primeros auxilios, preparativos para desastres, salud y comunidad”.
Los socorristas voluntarios deben fortalecer los programas de educación y prevención en desastres y salud para sus comunidades, responder en temas de primeros auxilios a las personas y atender emergencias.
Según el director de Voluntariado de la Cruz Roja Caldas, ampliarán la capacitación a otras comunidades indígenas en el departamento. “Entre más voluntarios tengamos la reducción del riesgo va a aumentar”.
Fabiola Villada, coordinadora de voluntarios en Riosucio, indica que los nuevos voluntarios seguirán en capacitación, y que para la atención de emergencias recibirán apoyo de Riosucio y de Manizales.
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