Compraron el Once Caldas señores, lo compró una multinacional que comercializa tractomulas, sí, esos camiones grandotes que nos es imposible pasar en Letras, esos que por ‘apellido’ llevan un término montañoso [ como nuestro entorno, como Fátima o ‘La 25’, como Pácora o Filadelfia, no les parece curioso?

Llegué a la oficina y creo que me encontré con un estado de shock casi generalizado entre mis compañeros, lo siento por ellos pero creo que está cerca de parecerse a uno de conmoción social ¿neo-social, social-virtual, virtua-social? qué se yo. Les bloquearon el acceso a Facebook y a Twitter, ¿ahora, quién podrá ayudarlos, perdón, socializarlos?

Amigo manizaleño, o ciudadano, o humano, o solamente amigo, permítame le hago unas preguntas: ¿alguna vez pensó en hacer algo por su ciudad, su país, su familia, su planeta, sus amigos, sus desconocidos? Es decir, ¿alguna vez creyó que con ideas se podía cambiar el mundo, homenajear a los muertos, cambiar algún imaginario social, ser mejores o “al menos” más decentes, más amables, más justos, menos indolentes, menos intolerantes, menos olvidadizos?

En twitter, hace días, me pidieron un nuevo post para este blog; en twitter, hace meses, me ofrecieron escribir en este periódico; en twitter, hace años, Antanas era presidente, como Moreno un criminal.