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LA PATRIA | Q'HUBO | MANIZALES
Las lomas y extensos prados de la finca de Los Noreña sirvieron para que unas 400 familias damnificadas por el invierno formaran hace 41 años, lo que hoy es el barrio Nevado.
La Caja de la Vivienda Popular los reubicó del barrio Galán a ese terreno por la ola invernal de 1971. Las primeras casas eran de una sola planta y en material prefabricado. Con el paso de los años en el Nevado muchas edificaciones se han remodelado y superan los dos pisos.
El comercio se ha tomado las calles del barrio, pero la que más se destaca es la calle 26, que parece una calle real de un pueblo, pues todo el día hay movimiento de gente, carros y motos. Además, tiene cualquier cantidad de negocios: tiendas de abarrotes y de ropa, ferreterias, peluquerías y talleres.
Destacan que la seguridad ha mejorado, cuentan con CAI y responsabilizan los hechos de violencia a las pandillas de los barrios vecinos. Límita con Andes, La Isla Marmato, Cervantes, Campoamor y San Joaquín.
Un rincón para los abuelos
Un símbolo del barrio Nevado es Asoviejos. Un hogar para los adultos mayores de la ciudad que comenzó a funcionar hace cinco años.
Ernesto Tisnes Jaramillo y Sol Jaramillo de Tisnes ofrecían desayunos, almuerzos y talleres a los abuelos del sector; poco a poco su labor creció y el espacio se convirtió en un hogar para 80 adultos mayores.
Asoviejos funciona en dos casas, a las que llaman ciudadelas, que servían de albergue para los daminificados de Manizales. Varias personas se fueron apropiando de los espacios y la Alcaldía decidió desalojarlos y donar las casas para los abuelos.
Además de alimentación y un buen sitio para dormir, en el hogar tienen cuidados especializados. Ruben Darío Parra es el encargado del hogar y cuenta con la ayuda de una auxiliar de enfermería, una trabajadora social y una psicóloga.
Cada adulto mayor tiene su propia una habitación, con cama y todo lo necesario para su aseo. Hay otros que aún tienen a sus parejas y pueden vivir juntos.
Sembrar en la huerta es el entretenimiento de algunos ancianos. Juan de Jesús López la protege celosamente como la niña de sus ojos. Allí tiene coles, cebollas y ramas aromáticas.
Alberto Ramos cuida de la huerta de la ciudadela dos, aunque es más grande se las arregla para sembrar sus productos, como naranjas y hortalizas.
En el barrio Nevado hay espacios para todos y están unidos para mejorar los deportivos y de salud, además luchar encontra de los problemas de inseguridad y disfrutar de la tranquilidad de esa finca donde comenzaron a progresar.
Se destaca
Enrique Ramírez llegó al Nevado hace 26 años desde Marquetalia y abrió la tienda Las Águilas. Tiempo después su familia también se radicó en Manizales. El amor de su vida lo conoció en el Nevado. Neyireth viajó desde el Tolima a pasar unas vacaciones con unos familiares y se quedó con Enrique. "Nos casamos hace 13 años y con ella tengo dos niñas y un niño", cuenta Enrique con orgullo. Su negocio poco a poco se ha expandido. Las Águilas se quedó atrás. La vendió y montó una nueva tienda por la calle 26. Es un local más amplio y vende de todo un poco "de acuerdo a las necesidades de la gente".
Dicen de la seguridad
El punto crítico de seguridad es la cancha de baloncesto, que limita con el barrio Andes. El sector lo conocen como la olla o la calle del pecado y es donde más robos se presentan. Se quejan de los jóvenes que visitan el sector para consumir alucinógenos. Habitantes indican que el problema de inseguridad es culpa de pandillas de barrio vecinos. Agregan que hacía La Isla también se presentan atracos y consumo de drogas. El CAI al que deben acudir es el del Nevado, ubicado en el centro del barrio.
Dónde aprenden
Cuentan con el colegio Andrés Bello, con primaría y secundaria. Estudian unos 400 alumnos. Esta sede fue ampliada recientemente, antes tenía 10 aulas y ahora cuenta con 20. En las tardes los estudiantes reciben clases de jornada extendida, como deportes y actividades culturales. Además, hay un Telecentro que funciona de lunes a viernes; allí funciona la biblioteca y una sala con computadores e internet para que los niños entre 5 y 12 años realicen sus tareas y los adultos se capaciten.
Para jugar y gozar
Tienen amplias zonas deportivas: canchas de fútbol y baloncesto, más zonas verdes con juegos. Sin embargo, desde hace tres años solicitan que les arreglen varias filtraciones que hay en el terreno.
El alcalde Jorge Eduardo Rojas se comprometió a solucionar esta situación en una visita de Gobierno en la calle, pero no han iniciado las obras.
Pulso a la salud
En el Nevado no hay donde recibir asistencia médica. La comunidad tiene que caminar unos 15 minutos hasta el barrio Cervantes o media hora hasta El Prado, donde sí hay centros de salud.
Rincón cultural
Hay Casa de la Cultura desde hace cinco años. Los jóvenes del barrio asisten de lunes a viernes para realizar talleres de música, danza y artes. Según Jorge Enrique Fonseca, presidente de la Junta de Acción Comunal, unos 500 adolescentes y niños asisten a los diferentes programas culturales.
Participación ciudadana
Hay Junta de Acción Comunal (JAC). Pertenecen a la Comuna La Fuente. Jorge Enrique Fonseca es el presidente de la JAC del Nevado.
1. ¿Cómo es la participación de la comunidad?
Antes la gente no le veía importancia a los temas del barrio, porque no veían cambios. Ahora que se han logrado tener programas de la Alcaldía y más apoyo a los comerciantes, hay más participación.
2. ¿Cuál es la mayor necesidad del barrio?
Una ruta de transporte que entre al Nevado. La única que hay es la que pasa por Andes y va para Villapilar. No hay una bus que pase por el Centro.
Valores del barrio
Soledad Caro, 26 años en el barrio
Queda cerca al Centro.
Luz Agudelo, 15 años en el barrio
Es muy amañador.
Jesús María Hurtado, 34 años en el barrio
Es bastante comercial.
Amparo Cecilia Llano, 30 años en el barrio
La gente es muy amable.
Rosalba Castro, 35 años en el barrio
Tiene de todo.
Luz Elena Echeverry, 33 años en el barrio
No necesitamos ir hasta el Centro, acá encontramos de todo.
Fotos | Martha Monroy | LA PATRIA
La calle 26 es la más concurrida del barrio por la variedad de negocios. Algunos habitantes la comparan como la calle real de un pueblo.
Juan de Jesús López vive en Asoviejos y su actividad preferida es ciudar de su huerta.
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