LA PATRIA | MANIZALES
Sus orígenes no fueron muy pretenciosos. Solo había una finca con una vasta extensión de tierra, muy valiosa por su cercanía a Manizales, y unos dueños con ganas de lotear cada pedazo.
La Francia era el nombre de la finca de los hermanos Genaro y Hernán Mejía Arango, propiedad que, según algunos habitantes, era tan grande que pudo ser desde el Parque Olaya hasta la Panamericana. Era un terreno para cultivos de pancoger, según dice el escritor manizaleño Carlos Eduardo Marín Ocampo, al referirse a las plantas de plátano y papa que sembraban en La Francia.
Después de lotear la propiedad empezaron construyendo una casa. Luego, con el proyecto de las Quintas, entre calles aún en piedra, narra Marín Ocampo, se erigieron las cinco primeras viviendas sin nomenclatura, hechas al estilo español de California, diseñadas por el arquitecto Jaime Gómez Hoyos: con amplios antejardines de unos 10 metros de ancho y rejas en madera.
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