Bajo Villa Jardín, un barrio de ambiente veredal

EQUIPO PÚBLICO

LA PATRIA | MANIZALES

Cuando empezaron a construir las casas de Bajo Villa Jardín había una vocación especial que compartían sus habitantes: la agricultura. Se trata de la típica zona donde lo rural y lo urbano conviven.

Hoy esperan que entre trámites burocráticos y fallos judiciales los dejen quedarse, porque no ven cómo puedan adaptarse a una vida completamente urbana.

Recorrer las calles destapadas, algunas con placa huellas, deja la sensación de que se está en una vereda, pero al levantar la mirada se divisa al resto de Manizales y Villamaría.

En gran parte de las casas tienen galpones. Llama la atención los establos construidos. Ángel Antonio Otálvaro, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal, aclara que las pesebreras son de Jaime Chica, Óscar Chica y José Urbano.

Sin embargo, los caballos pertenecen a otros dueños. Ellos solo cuidan y sostienen los equinos, por lo que cobran una mensualidad.

Acciones y demandas

El asentamiento de las viviendas comenzó hace 19 años, pero durante los últimos cinco la incertidumbre se apoderó de las cerca de 100 familias que habitan en este terreno propiedad de la Caja de Vivienda Popular.

Una acción popular fallada en contra de los intereses de Bajo Villa Jardín ordenó el desajolo y reubicación, al considerar que se trataba de una urbanización en zona de alto riesgo.

Sin embargo, el año pasado las familias interpusieron otra acción, que está pendiente de un fallo, según indicó Carmenza Betancur, secretaria de la Junta.

La pretensión de los demandantes es que la zona se declare en riesgo mitigable, es decir, que con algunas obras de estabilización se disminuya la amenaza de desastre, lo cual evitaría que tengan que irse. Los líderes del sector calculan que en siete meses habrá un fallo judicial.

Para Jugar y Gozar

Debido a la topografía y forma en que se ha urbanizado nunca se dejó un espacio para la recreación, pero está entre los proyectos de la comunidad.

Pulso a la salud

Siguen lamentando el cierre del puesto de salud de Estambul. Cuando requieren acceso a este servicio les toca ir a El Tablazo, El Bosque, Santa Sofía e inclusive les programan citas en San Cayetano.

Dónde aprenden

La mayoría de estudiantes asisten a la Institución Educativa de Estambul.

Dicen de la seguridad

Destacan es la tranquilidad que viven, aunque señalan que les tocó poner en cintura, mediante denuncias ante las autoridades, a dos o tres jóvenes que a veces cometen hurtos en la misma comunidad.

Rincón Cultural

No cuentan con un espacio para este tipo de actividades.

Se destaca

Renaúl Pérez Pérez. Se cuenta entre los primeros habitantes del barrio. Tiene cerca de tres hectáreas sembradas de café y otros cultivos como mora, maíz y plátano. Es un cafetero cedulado y genera empleo para gente de la misma comunidad. "En este momento necesito recolectores", comentó.

Participación ciudadana

La junta de acción comunal se mantiene activa sobre todo en función de tramitar la normalización como barrio. Son 105 predios de poseedores. Ángel Antonio Otálvaro (foto), dirigente comunal, resalta que cuentan con la mayoría de servicios públicos, excepto gas domiciliario y alcantarillado, pero las gestiones para este último están adelantadas. De igual manera, requieren que Obras Públicas del Municipio les adecue las cunetas para las aguas lluvias, con el fin de complementar el esfuerzo de la comunidad, que mediante convites construyeron las placa huellas. También esperan que la Alcaldía les ayude a construir una sede comunal.

Valores del barrio