LA PATRIA | MANIZALES
En el segundo día del juicio al exdirigente liberal de Caldas Ferney Tapasco y tres de sus lugartenientes, por el homicidio del subdirector de LA PATRIA, Orlando Sierra Hernández, cinco testigos coincidieron en que las columnas que escribía el periodista fueron la causa de su asesinato. Además, se habló sobre el supuesto pago de $25 millones por el crimen.
Este tema se abordó durante la declaración del investigador Geovany Ríos Londoño, del CTI seccional Caldas. Explicó que debido a que la Alcaldía de Manizales ofreció una recompensa ($150 millones) por información sobre el homicidio, muchos acudieron y entre ellos se obtuvo una versión según la cual se habría pagado ese monto.
Además, se estableció que el enlace con Ferney Tapasco fue Víctor Súa, quien habría contactado al resto de personas vinculadas con la autoría material de la muerte de Sierra, y entre los que estaba Hernando López Escobar, alias El Perro, uno de los vinculados al proceso.
Aclaró que en la investigación se establecieron nexos de los hombres con los alias Perilla, El Tuso, Geovany, Jilber, asesinados 20 días después de la muerte de Sierra; Pereque y Tilín, detenidos, por el crimen del periodista. Sin embargo, en la verificación de la posible intervención de Tapasco en el crimen, no encontraron pruebas mediante las interceptaciones telefónicas realizadas.
Amigos de Sierra declararon
El escritor, poeta y docente caldense Antonio Leyva, uno de los grandes amigos que tuvo Orlando Sierra, relató durante su declaración que conoció de amenazas anónimas contra el comunicador, pero que nunca supo la procedencia.
Anotó que al igual que otros cercanos al subdirector de LA PATRIA, le aconsejó que le "bajara de temperatura" a sus columnas. Recalcó que Sierra jamás le dijo que tuviera enemigos, "él decía que no tenía enemigos, que era un contradictor", apuntó.
Agregó que jamás pensó que lo fueran a asesinar. Inclusive, destacó, luego de que le fueran asignados escoltas decidió renunciar a esta protección, porque no se sentía bien con ellos siempre a su lado.
Al final de la tarde, acudió a la sala de audiencias Carlos Arboleda, exdirector del Instituto Caldense de Cultura. El mayor interés de su declaración fue en torno a dos encuentros que propició entre Ferney Tapasco y Orlando Sierra, el primero con el objetivo de "limar asperezas", porque siendo amigo de los dos veía la relación de ambos muy tensa.
En ese primer encuentro, dijo, hablaron durante cuatro horas y no se tocó el tema de las amenazas, pero sí hubo mucha charla y humor. Después vino el segundo encuentro, a raíz de una llamada de Tapasco a Arboleda, a fin de conseguir una reunión con Sierra para aclarar una información publicada en LA PATRIA, acerca de una persona cercana al político liberal.
Posterior a la audiencia, el exfuncionario y amigo de Sierra le dijo a este diario que luego del arreglo que, según Arboleda, habían logrado, el subdirector no dejó de publicar columnas en contra de Ferney Tapasco.
Otras amenazas y temores de Sierra
Durante la mañana de ayer declararon quien fuera su novia al momento de su muerte, Gloria Luz Ángel Echeverri, y el editor de noticias de LA PATRIA, Fernando Alonso Ramírez Ramírez, citados por la Fiscalía.
Ángel Echeverri, quien es accionista del diario, aclaró que entre la familia y Sierra Hernández no hubo dificultades ni reparos por el noviazgo.
Durante su intervención, recordó que en una ocasión a Sierra Hernández lo visitaron unos diputados, quienes le advirtieron que iban a divulgar información de su vida privada. Ello ocurrió porque el subdirector de LA PATRIA investigó unos autopréstamos que se hicieron los corporados.
En este sentido, anotó que él sí sentía temor, pero después de que veía publicadas sus columnas."Mientras las escribía se sentía fuerte", expresó.
Esta afirmación quedó aún más clara cuando declaró el editor de noticias, Fernando Alonso Ramírez Ramírez, quien citó una de las columnas de Sierra, que en su opinión daba a entender que podía haber una amenaza. "Cogito ergo ¡pum!" titula el escrito. En él alude a la muerte política de Luis Alfonso Hoyos, dirigente caldense, por un hecho que le mereció la sanción, pero a la vez critica la impunidad para muchos de la coalición Barco-yepista del momento.
Una de las frases más importantes de esta columna es: "¿Dios mío, porque no me hiciste como a tantos otros de esta tierra, un poco más cobarde y resignado? Yo también, lo confieso, le temo al ¡Pum!.
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