| Síganos Facebook Twitter RSS Youtube Justin.tv Email |
Lo que cambió una bomba. A sus ocho años empezó a luchar por sobrevivir. Entre Kabul y Barcelona. En busca de la libertad.
Vicky Salazar | Papel Salmón
Nadia Ghulam presentó en Manizales una obra documental durante el Festival Internacional de Teatro que termina hoy. No es actriz, pero protagoniza su propia historia, que se inicia en Kabul, capital de Afganistán, país enclavado en la zona montañosa entre el centro y el sur de Asia. Allí nació y vivió sus primeros ocho años, en un hogar feliz, en una ciudad en aparente calma, a pesar de la guerra con Rusia.
Los soviéticos se retiraron, pero la confrontación interna con la guerrilla muyahidinesirrumpe en la capital a principio de los 90. Las especulaciones y los temores sobre lo que se avecinaba eran susurros a gritos, que se materializaron en forma de bombas,explosiones que se escuchaban "al principio esporádicamente y después como una lluvia".
Su casa fue impactada. Su hermano, con quien jugaba en ese momento murió en medio de las llamas, y su papá perdió la razón. De ese momento no recuerda nada. Su despertar en un hospital y los gritos de alegría de su madre fueron el inicio de esta historia.
Las dificultades para su familia, integrada por un padre enfermo y una madre con tres hijas en una sociedad dominada por los talibanes, en la que las mujeres no pueden ir solas por las calles y menos trabajar, aumentaban. Nadia tenía 11 años, la cicatriz de la guerra estaba en su rostro. Una marca que a pesar de las cirugías la acompañará toda suvida. Vivir en un campo de refugiados, con hambre y necesidades no era lo que quería. Así que decidió tomar la ropa de su hermano muerto y ser él por un día. Día que duró 10 años.
Diferencias
"En mi país vivimos 40 años de guerra, tiempo en el que muchas cosas culturales murieron y desaparecieron".
- Occidente y oriente son muy diferentes. ¿Cómo hacer de su historia una reflexión universal?
Son dos culturas muy distintas. Antes de la guerra, hombres y mujeres compartían el mismo espacio, podían ser amigos, trabajaban juntos. Con la guerra todo cambió.Cuando me dicen que Afganistán tiene una cultura cerrada, les digo que no es así. Mi cultura no era así, la guerra cambia la vida de la gente, cambia la forma de tu pensamiento, te hace una persona que no eres. Eso no es cultural, eso es el producto de la guerra.
- ¿Cuál es el origen de la guerra en Afganistán?
De niña le preguntaba a mi madre ¿Por qué nos tiran bombas? No lo sé, a lo mejor tenemos algo que todo el mundo quiere tener, me respondía. Tenemos un país muy rico, con muchos recursos naturales, tenemos gas, montañas de lapislázuli, minerales para la fabricación de los móviles, y esas circunstancias no dejan crecer a mi país. Si saben de una persona que quiere cambiar al país no lo dejan estar allí. La causa es política.
- ¿Y la religión?
La religión es una excusa. Durante siglos la han utilizado para que los humanos se maten unos a otros. Soy religiosa, creyente y siempre he visto que Dios habla de amor, de paz, de perdón, no habla de violencia, no dice que tienen que matarse entre sí. A través de la religión se ha llevado la guerra a los países, sean musulmanes, cristianos, judíos o lo que sea. somos los humanos los que encontramos en la religión un pretexto para manipular a los pueblos. Si a una persona con conocimiento y educación le dicen que no puede salir a la calle porque es mujer, responderá ¿Quién eres tú para detenerme? Pero si a alguien ignorante y religioso le dicen que Dios le pide que no salga a la calle porque es mujer, y además no tiene conocimiento ni sobre Dios ni sobre su religión, va a aceptar.
Educación
La falta de educación es la primera causa para manipular a través de las creencias. "En mi país, donde hay mucha ignorancia. Antes de la guerra, en mi casa había televisión. Cuando venían de los pueblos cercanos amigos y familiares a visitarnos, las mujeres se tapaban frente a la pantalla porque decían "este hombre me está mirando", y mi hermano y yo reíamos. Mi madre respondía: "por Dios no te está mirando este hombre, no te ve, está en la televisión". Y ellas ni siquiera se sentaban frente a la pantalla.
Ahora cuando mi madre me llama me dice:
- "Hija estoy muy triste, tienes que venir, estoy muy sola"
- Madre no puedo ir porque tengo que estudiar, a lo mejor puedes poner la radio, escucharla y te entretienes.
- "Qué dices, es un pecado, no puedo escuchar radio, porque me voy al infierno".
- ¿Madre si antes teníamos televisión y radio y tu te reías de las mujeres por su ignorancia, por qué dices eso ahora?
- No, ahora no puedo porque el Imam (que dirige la oración colectiva en el Islam) dijoen la mezquita que quien escucha radio va al infierno.
Y mi madre, pobrecita, es una persona analfabeta, no sabe leer ni escribir, tiene 65 años, y está en casa y no recuerda que antes hacía esas cosas que hoy le prohíben.
Costumbres
Todo comenzó a cambiar a mediado de los 70 cuando llegaron los mujahines, losseñores de la guerra, a mi país.
Mi padre le decía a mi madre:
- Ahora no puedes ir descubierta por la calle, debes usar un pañuelo para cubrir tu cabeza, ni puedes usar minifalda porque ahora de eso depende la seguridad del país, asíque tienes que ir un poco cubierta.
- ¡Por Dios, qué vergüenza, ahora tengo que ir como una monja con pañuelo y pantalón, no no.
- Él le insistía en que debía obedecer, por la seguridad.
Ella no discutió más, y cuando salía a la calle usaba un pantalón debajo de la falda. Ahora le digo: por favor, sácate la burka, no pasa nada. "No, porque voy al infierno", me responde.
"Esta historia larga que cuento es para mostrar cómo una misma persona qué diferente es después del conflicto".
- ¿Cuándo decidió contar su historia?
La seguridad y el amor te hacen cambiar los miedos que tienes. Cuando llegué a Barcelona no era capaz de hablar dos palabras sobre mí. Gracias a Dios conocí a una familia catalana que me acogió. Son mis padres catalanes. Me han dado tanto amor y seguridad, a su lado me siento capaz de hacer mucho más de lo que estoy haciendo. Son como dos pilares donde me soporto para no caerme. Siempre están ahí cuando los necesito. Su confianza, su amor y su seguridad hacen que me sienta superfuerte y decir otra vez, yo puedo.
- Libros
El primer libro que escribí El secreto de mi turbante y el segundo Cuentos que me curaron, que son tradicionales que me contaba mi madre y luego esta obra de teatro que hice gracias a la familia que tengo.
- ¿Conocen su historia en Afganistán?
No totalmente. No he querido que se traduzca mi libro al afgano porque si interpretan mal el libro sagrado del Corán, ¿cómo podrán interpretar mi historia?, así que a la editorial le puse como condición que hasta que yo diga el libro no va a Afganistán. Una vez al año visito a mi familia y quiero que nadie me conozca, ni sepa dónde estoy ni que hago. No informo sobre mis actividades en Europa o fuera de ella. Me voy muy tapada con un nihan que me cubre todo el cuerpo. Estoy unos días y luego regreso a España.
- ¿Ha cambiado mucho Afganistán desde que salió de allá?
Ha tenido muchos cambios. Salí a finales del 2006. En ese tiempo no teníamos casi hospitales, escuelas o universidades, ahora hay muchas. Llegó el capitalismo a mi país. A donde llega Estados Unidos todo se privatiza. No existen los servicios públicos, y eso pasa allá. Por un lado es bueno porque hay opciones para la gente, pero por otro no son muchos los que no tienen acceso a la educación o a la salud por los costos tan elevados.
- ¿Hay ayudas para educarse?
Con mis amigos apadrinamos a niñas para que estudien en escuelas privadas. Ellas tienen una jornada de 7:00 de la mañana a 1:00 de la tarde. En la escuela pública llegan a las 10:00, y a las 11:00 de la mañana están de nuevo en casa. Muchas veces dicen que no llegó su profesora. Ellas aseguran que en la escuela pública no hay sillas ni mesas.De ahí el índice tan alto de analfabetismo, la ignorancia, la falta de control natal, y saber que si tiene menos niños se les puede dar más atención y mejor educación, ropa, y lo que necesitan.
La vida de chico
- ¿Cómo decide vestirse de niño para trabajar una joven de 11 años?
La situación era sobrevivir. No había hombres en mi casa. Mi papá enfermo y mi hermano muerto, alguien tenía que hacer la tarea. No teníamos comida, ni salud. Mis hermanas estaban más pequeñas y yo quemada. Me dijeron que las mujeres no pueden estudiar ni trabajar, y me dije ¿cuál es la diferencia entre el uno o el otro? El vestidonada más. Decidí buscar la ropa de mi hermano y salir a trabajar.
- ¿Cómo era la relación con los hombres?
Me siento una mujer afgana muy afortunada. Viviendo con hombres he aprendido mucho. Cuando me preguntan sobre la violencia de género que vive mi país, yo digoque no es violencia contra las mujeres, es violencia contra la humanidad, contra la cultura y el conocimiento. Conozco los dos mundos. Vestida de chico tenía amigos, me sentaba con ellos, hablábamos y compartían emociones y sentimientos, no sabes quéduro es ser hombre allí también. Cada día salen a conseguir el alimento para su familia con el corazón roto porque no saben si en la noche regresarán, no es algo fácil. Si alguno de ellos se casaba, no podía escoger a su mujer y ni pensar en que se van a divorciar.
- ¿Qué pasó con sus amigos?
Sigo en contacto con ellos. Hubo un momento en el que no quería mentir más y les dije la verdad. No puedo vivir sin hablar con ellos. Estamos fuera de Afganistán, en diferentes países, pero siempre hablamos. Están muy orgullosos de mí, y yo de ellos. Uno que vive en Estados Unidos le dice a su mujer que tiene que hablar conmigo: "la tienes que escuchar, es un ejemplo". Y su mujer, que no me conoce, a veces me llama y en ocasiones me dice que me echa de menos, y le digo cómo va a ser si no nos conocemos. No me has visto. (Y ríe)
- ¿Como llegó al teatro?
La psicología de una persona que ha vivido la guerra es muy complicada. He vivido guerra, violencia, todo junto. Si alguien ha logrado entrar en mi mundo es Carles Fernández, el director de teatro, quien me motivó a tener el coraje y me acompañó a contar mi historia de frente al público. Me ayudó a perder el miedo.
- ¿Cómo lo conoció?
Trabajaba como traductora de textos y él hacía una obra para la que necesitaba un par de frases afganas, por lo que me contactó. Cuando me entregó los textos no tenían que ver con mi país, y le dije ¡hombre, a dónde vas, esto no es mi país! Hablamos y le conté sobre la verdad afgana. Mostró mucho interés sobre mi historia. Un día me dijo: qué tal hacer una obra con tu vida, y le dije, dame un año para pensarlo. Al año me llamó y me dijo ¿estás lista? Le dije sí.
- ¿Que viene para Nadia?
Tengo grandes sueños. Para mí, tener sueños es vida, sin ellos no puedes vivir. Estudiocuarto año de Educación Social y voy a hacer un máster en Cooperación Internacional.Quiero regresar a mi país, ayudar a la gente y juntarme con otros jóvenes que tienentambién muchas ganas de trabajar por Afganistán, transmitir los conocimientos adquiridos de ustedes, de España, de Europa y llevar estas cosas positivas. Como me decía mi madre, la vida es un bosque que tiene plantas buenas medicinales y tiene plantas venenosas. He conocido distintas plantas en los diferentes países que he visitadoy quiero mostrárselas a la gente joven de allá.
España
Nadia Ghulam nació en Kabul en 1985. En el 2006, a los 21 años una ONG le ayudó a salir de Afganistán para continuar con su tratamiento médico en Barcelona (España).Actualmente vive en Badalona.
Fotos | Freddy Arango | Papel Salmón
El escenario es una sala de recuerdos, la narración en primera persona de Nadia Ghulam,desgarra el alma. Ella conversa sobre su vida por más de una hora con Carles Fernández, director de la compañía La Conquesta del Pol Sud.
En la obra Nadia Kabul-Barcelona, que se presentó el jueves en la Universidad Nacional, la narración está acompañada por las imágenes documentales de los lugares que menciona. El Kabul de su infancia y adolescencia, el mercado, los lugares en los que trabajó y vivió son proyectados para recrear la historia al espectador.
|
Copyright @ 2012 La Patria. |
|
Hacemos parte de |
Nuestros portales www.micasa.co |
CONTÁCTENOS. MANIZALES PRINCIPAL: Dirección: Carrera 20 # 46- 35 Teléfono: (6) 878 17 00 E-mail: lapatria@lapatria.com. OFICINA CENTRO: Tel: 8730808. OFICINA PALERMO: Tel: 8873330. BOGOTÁ: Telefax: 2356351-2497028. MEDELLÍN: Tel: 2688374. CHINCHINÁ. Tel: 8400571.
vehiculos usados | carro usado | carros usados en venta | motos usadas | vehiculos usados manizales | venta de vehiculos
Más secciones |
|||
| Nacional Internacional | Economía Variedades | Eventos Lector interactivo | Política |
Publicidad |
Suscripciones |
Impresión Comercial |
Servicios |
Lector interactivoConviértase en reportero, envíenos sus fotos, videos y denuncias. |
ContáctenosSugerencias o Reclamos Línea Directa con el Director Solicitud de Archivo |
$url = "http://weather.yahooapis.com/forecastrss?p=COXX0019&u=c";
// $rss = file_get_contents($url);
// $yWeather = simplexml_load_string(str_replace('yweather:', '', $rss));
?>

¿Te gustó este artículo?
Compártelo con tus amigos:
Añadir comentarios usando facebook