Relato de corrida: Bondad de ganadero
Fecha Publicación:
Domingo, Enero 10, 2016
Foto | LA PATRIA
Germán Cardona (izquierda) y Miguel Gutiérrez (derecha) observan la lidia de Enrique Ponce a Cigarrito, primer ejemplar de la tarde y que fue premiado con la vuelta al ruedo.
Luis F. Molina
EL PREGONERO | Manizales
A las 3:30 de la tarde llegó el ganadero Miguel Gutiérrez al patio de caballos de la Plaza de Toros de Manizales. De muy pocas palabras era su avance.
Durante los actos de protocolo agarraba su sombrero y le doblaba las alas. Parecía que así canalizaba los nervios previos al encierro que puso fin a la temporada taurina de este año.
Conversó rápidamente con Enrique Ponce y le dio un voto de confianza al matador español sobre el encierro de la tarde de ayer. Una vez dentro del palco de ganaderos se quitó el saco y dejó su sombrero en la puerta. Tomó el asiento central. A su izquierda se sentó el exalcalde de Manizales Germán Cardona Gutiérrez. A la derecha de Miguel, estaban Carolina y María Fernanda Gutiérrez Botero.
Marcelo Gutiérrez, mano derecha de Miguel, ordenó cerrar la puerta que conecta con el patio de cuadrillas. Antes de la salida de cada toro se paraba para desde la parte alta de los toriles observar las salidas al ruedo.
Cigarrito fue el primer ejemplar de la tarde en ver el redondel. Con 512 kilogramos de peso comenzó a galopar sobre la arena. Era el primer toro para Enrique Ponce, en un mano a mano con Julián López, El Juli.
Los nervios eran evidentes en el palco. Poco conversaban entre ellos. “Este sí es un mano a mano”, dijo Miguel durante el primer tercio, como comentario para romper el hielo.
La otra faena
Sonó el primer pasodoble de la tarde. Marcelo resaltó entonces las características del toro. Su padre le contestó: “El toro tiene muy buenas condiciones, pero también tiene algunos defectos que él (Enrique Ponce) le tapa con la faena”.
El público, desde los tendidos, aplaudía a Ponce por su faena y también a Cigarrito por su humillación.
Ponce logró conectar ocho derechazos. Entre todos los Gutiérrez comentaron las bondades del toro. Desde su silla en el palco, Marcelo le hablaba al toro. Lo llamaba, como si estuviera todavía pastando.
La faena continuó. “Al toro le falta un poquito de alegría, pero embiste muy bien”, comentó Miguel.
Con el avance de la faena parecía que la tensión disminuía. Ponce llevó la espada hasta la empuñadura y le dio muerte a Cigarrito.
La presidencia premió al matador con dos orejas y a Cigarrito con la vuelta al ruedo, lo que le significó aplausos a Miguel y a todos los que componen la ganadería de los Herederos de Ernesto Gutiérrez.
Terminada la vuelta al ruedo, Miguel se recostó en su silla y dijo: “Bondad fue lo que tuvo el toro”. Él, su familia, Ponce y los aficionados aplaudieron en su arrastre final a Cigarrito, para centrarse después en Tequillero.
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