DIEGO FERNANDO HIDALGO
LA PATRIA | MANIZALES
Los reductores en forma de estoperoles que la Secretaría de Tránsito y Transporte de Manizales instaló recientemente han generado división. Andrés Cepeda, conductor de Socobuses, por ejemplo, indicó que esos reductores frente al Universitario y el Tecnológico lo han afectado. "Hace por lo menos un mes los instalaron y desde eso el carro molesta más. Me toca mandar a ajustar la barra pequeña de la dirección, que por ser original toca cambiarla y vale $257 mil", aseguró el chofer, que a diario pasa por este sitio.
Añadió que otro reductor, frente a la Clínica del Corazón, que lleva mucho tiempo, "es más pasable", pues solo basta con cruzar despacio, aunque la buseta se sacude; pero que en los de la Santander no vale bajar la velocidad.
"Se desajustan la carrocería, los retenedores y otras cosas. Le toca a uno frenar y así cruce a 20 kilómetros por hora y en segunda, se siente como si el carro se fuera a acabar. En estos días una señora me trató de animal porque justo cuando pasé por ahí se estaba acomodando y cayó sobre el cojín".
"No hay sugerencia sobre cómo pasarlo, pues se va despacio e igual se siente que la buseta se va para los lados y se desajusta. Es mejor que pongan pasos pompeyanos como en el Estadio", añadió.
Enrique Carmona y Cristóbal Trujillo, rectores de los institutos Tecnológico y Universitario respectivamente, expresaron que están contentos con la instalación de esos estoperoles, pues se mejoró la seguridad vial de los estudiantes.
“A las 12:30 de la tarde se juntan por los menos 6 mil estudiantes, sumando los del Liceo Isabel La Católica, y esto es un caos y un peligro por la velocidad de los carros. Desde que instalaron esos reductores la situación mejoró. La vida humana debe primar sobre los desajustes de un vehículo”, aseguró Carmona.
También en la Enea instalaron reductores de velocidad, en el lugar en el que murió el pasado 16 de agosto, atropellado por una moto, Andrés Bermúdez, niño de seis años.
Hay otro reductor de taches que generó inconformismo, ubicado frente a la salida del Túnel de La 52, por la Avenida Paralela. El busetero Cepeda indica que armaba muchos trancones y que supo de varios accidentes. Este lo retiraron.
Lo mismo asegura el taxista Jimmy López. "Eso lo quitaron porque quedaba en plena curva y alguien iba rápido, pero cuando frenó, el de atrás lo chocó. Esos nuevos reductores dañan la rótula, los amortiguadores...son mejores los 'policías acostados'. Ahí la clave, para no dañar el carro, es evitar cruzar por esos lugares".
Ul experto en vehículos de Cesvi Colombia es más crítico y afirmó que los reductores de velocidad son una ayuda para evitar accidentes y no producen ningún daño ni a los carros ni a las motos, a menos de que estén en tan mal estado, que por vibración se desbaraten.
"Otra cosa es que sí puede llegar a hacerle perder el equilibrio a un motociclista inexperto, pero es cuestión de pericia y de bajar la velocidad".
El mecánico de Casa Restrepo José Lubier Sánchez aseguró que cruzar por este tipo de reductores en un carro pequeño puede afectar los amortiguadores, que son los que más sufren con los saltos. "Este puede costar entre $150 mil y $250 mil. En una buseta puede dañar las hojas de resorte, que van entre los $120 mil y $250 mil, más la mano de obra. También se afectan los muelles y sus bujes. El costo va entre $80 mil y $120 mil".
La sugerencia que da es tratar de pasar lo más despacio posible por el reductor.
Juan Felipe Álvarez, secretario de Tránsito y Transporte de Manizales, expresó que esos dispositivos se denominan estoperoles y se usan en sitios donde se requiere bajar la velocidad, de acuerdo con estudios técnicos de aforo peatonal.
“En la Santander, por el sector del LANS femenino y La Estación, y por los colegios Tecnológico y Universitario, ubicamos estoperoles de siete líneas porque necesitamos un determinado impacto de frenado. Hay que ofrecer pasos seguros en zonas peatonales. La gente creería que sería mejor un semáforo peatonal, y aunque hay presupuesto para eso, obliga a una parada total de los carros. En cambio, con los estoperoles hay movilidad constante”.
Sobre los daños que se generan en los vehículos, Álvarez dijo que cualquier dispositivo puede ocasionar impactos, pero que son mínimos si se cruzan a menos de 30 kilómetros por hora.
“Si pasa de ahí, pueden darse alteraciones mecánicas, pero los carros de hoy están dotados de buena suspensión y para este tipo de tramos. Además, estos dispositivos nos permiten determinar si en accidentes hubo exceso de velocidad o imprudencia del peatón”.
El secretario reconoció que los estoperoles en la Avenida Paralela, por el Túnel de la 52, quedaron mal ubicados y por eso los retiraron. Dijo que fue un error del contratista, pero que los quitaron en dos días con un ácido especial, pues se adhieren con tornillos y pegante. Estaba previsto situarlos entre el Túnel y Ravasco.
Sobre los reductores frente a la Clínica del Corazón, en Villa Pilar, aseguró que los cambiarán, pues “fueron construidos en administraciones anteriores y consideran que no cumplen con los estándares de señalización vial”.
Así que lo mejor es bajarle a la velocidad en esos sitios y pasar lo más despacio posible para evitar daños.
Expertos consultados indicaron que el reductor se debe pasar prudentemente, rebajando la velocidad a 10 y 15 kilómetros, pues hacerlo rápido ocasiona un desgaste o un daño en todo el sistema de suspensión, que incluye amortiguadores y tijeras. También puede haber una ruptura de la barra de dirección.
"Si existen los reductores es para pasarlos despacio. Son buenos porque en algunos sitios de la ciudad la gente parece apostando carreras. Es cuestión de actitud, hay que educar al conductor", aseguraron.
Aunque se trate de taches, hay que transitar despacio. Esto se puede lograr poniendo el vehículo en neutro, utilizando el freno o presionando el embrague mientras se pasa por encima del reductor.
Estos elementos generan un mayor respeto entre conductores sobre las vidas y son un complemento a las señales verticales tradicionales.
Juan Felipe Álvarez, secretario de Tránsito y Transporte de Manizales manifestó que analizan cuántos más se requieren y planean ubicar otros en la carrera 17 con Avenida Bernardo Arango, en inmediaciones de la antigua terminal de transportes. También en la Avenida Alberto Mendoza, antes de llegar al Bosque Popular.
Los nuevos que se instalen irán acompañados de unas luces intermitentes rojas que le indicarán al conductor que está cerca de un reductor.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015