
Tras cinco días de concentración de los campesinos del Meta, que están a la espera de indicaciones de los voceros nacionales, una comisión del alto gobierno estuvo en Villavicencio para reunirse con las autoridades locales y regionales, y los voceros de los manifestantes.
El viceministro de agricultura Andrés Felipe García, que representó en la mesa al Gobierno Nacional, dijo que luego de cuatro horas de diálogo los resultados de esa reunión son bastante halagüeños, teniendo en cuenta que es un primer acercamiento entre las partes y que los pliegos son del orden nacional y no regional.
“Es un llamado a todos los actores a que resguardemos, en aras de corresponsabilidad, ese espíritu civilista del derecho a la protesta, y en ese sentido el Gobierno está acá para honrar el compromiso de que sin vías de hecho nos sentamos a dialogar y a conversar. Hoy establecimos una primera mesa de diálogo y la próxima semana seguiremos conversando para encontrar soluciones conjuntas a las problemáticas”.
El funcionario dijo que el comportamiento del campesinado del Meta debe ser seguido por otras regiones del país.
“Establecimos un espacio de diálogo. Aquí es muy importante resaltar que reconocemos el derecho legítimo a la protesta ciudadana, descalificamos y rechazamos las vías de hecho. Es de resaltar que esta movilización del Meta ha tenido un carácter muy civilista”.
Por su parte, David Martínez Durán, uno de los líderes y voceros de los marchantes aseguró que el acercamiento está bien, pero que las peticiones y soluciones deben ser nacionales, y que este diálogo abre una puerta, pero que el fin es claro: negociación con documento y voceros nacionales.
“Las negociaciones no se van a hacer sectoriales. Es un documento central y por lo tanto el Gobierno Nacional debe sentarse a negociar con los voceros de las regiones que están congregados y concentrados en Bogotá. Nosotros no vamos a dialogar punto por punto ni región por región. Es un documento central y es una negociación interna y centrada”, aseguró.
Anunció que las personas concentradas en Pipiral están en disposición de seguir así hasta cuando haya una razón de Bogotá.
“La gente está en la disponibilidad de mantenerse en el proceso, siempre hemos definido que es un paro agrario, nace en una perspectiva en apoyo a los compañeros de Tibú, pero hoy día podemos decir que es un paro cívico agrario donde se conglomeran diferentes gremios como los arroceros, ganaderos, cebolleros, cacaoteros camioneros, etc.”, acotó Martínez Durán.
Se conoció que cerca de 1.500 personas se trasladaron de Pipiral, unos kilómetros más abajo en el sector de La Reforma, para estar más cómodos debido a que en la parte alta del peaje se encontraban en malas condiciones por el poco espacio disponible.
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