"No fui sumiso... por eso la ruptura": exgobernador de Caldas

Fernando-Alonso Ramírez
Luis Francisco Arias B.
LA PATRIA | Manizales

"Nunca traicioné los compromisos"
- ¿Qué ocurrió durante su administración para que se apartara tan radicalmente de la coalición que lo apoyó en su campaña? ¿Por qué ahora está con los grupos políticos que fueron sus opositores?
Yo nunca busqué la candidatura a la Gobernación, a mí me la propusieron sectores ciudadanos y políticos, con los que pacté unas condiciones, particularmente con el doctor Ómar Yepes. Acordamos que yo tendría libertad para gobernar, que no habría tolerancia con la corrupción y la ineficiencia y que no habría reparticiones burocráticas. Nunca traicioné esos compromisos. En algún momento esas fuerzas políticas no estuvieron de acuerdo con cumplir ese pacto y emprendieron el camino de la oposición. Ese tema yo no lo inicié. Vine a hacer las cosas bien y eso no le gustó a alguien.

- Sin embargo, no fácil entender que ahora esté apoyando a quienes elaboraron la demanda que llevó a que se declarara su inhabilidad...
No estoy apoyando a esas personas, estoy apoyando a un candidato. Que esas personas estén de acuerdo con ese candidato es distinto. Muchos coincidimos en el nombre de Julián Gutiérrez. Es más, en esa coincidencia en un principio estuvo la representante Adriana Franco. Ella misma habló con Simón Gaviria (presidente del Partido Liberal), quien me llamó para que respaldáramos a Julián. Siempre me gustó por su experiencia pública y privada, ha sido un liberal de todos los tiempos y recoge valores y características personales y públicos que lo hacen un buen candidato. Después adhirieron varios sectores políticos, como el Partido de la U, el conservatismo del senador Luis Emilio Sierra, gente del Partido Verde y sectores ciudadanos y cívicos. La coincidencia es con Julián, no con nadie más.

- ¿Qué garantiza que a Gutiérrez no le pase lo mismo que a usted, en el sentido de que los grupos políticos lo quieran manejar, y pasemos de Guatemala a Guatepeor?
Ya hemos hablado en la campaña acerca de la necesidad de cambiar el estilo de gobierno y la forma como se ejerce la administración en Caldas. Hay que pasar a un ejercicio decente de la política, un ejercicio honrado de la administración, y en eso nos hemos puesto de acuerdo. Ningún grupo político ha hablado con Julián Gutiérrez sobre temas burocráticos. Sé que eso suena a lugar común, pero la verdad es que el único acuerdo es sobre la necesidad de fracturar un estilo de política que es el más viejo de América Latina. En Caldas llevamos 40 años con una forma de hacer política que tiene que ser superada. Estamos en un punto coyuntural para garantizar que se trascienda de un estado de cosas que tienen que cambiar.

Falta liderazgo
- Usted asumió su candidatura a última hora, y ahora ocurre algo parecido: todos los aspirante salieron como del sombrero. ¿Cuál es el problema que hay los partidos para que haya esas dificultades?
Es función de los partidos la formación de líderes y el uso de claros sistemas internos de postulación de candidatos. En Colombia los partidos políticos no tienen solidez, organización interna y sistemas claros de escogencia de gente para los cargos públicos. Uno encuentra en Europa que una persona del Partido Socialdemócrata alemán o del Partido Popular español ingresa como militante a los 14 o 15 años y va ascendiendo hasta llegar a las más altas jerarquías del partido y del Estado. En Colombia no existe eso. Pareciera que en Colombia uno tiene que ser sumiso, obsecuente y connivente para que los partidos lo respalden. Eso me pasó a mí: yo no fui sumiso, obsecuente ni connivente, y por eso se dio la ruptura. Además, aquí mucha gente prefiere no entrar a la política, así tenga sensibilidad por lo público, porque es un escenario riesgoso donde la justicia se ha convertido en garrote político para golpear a alguien. También hay una gran restricción de todo tipo para hacer cosas, ser gobernante local se convierte en un escenario extremadamente complejo.

- Gente en la calle dice que posiblemente usted regresará más adelante a la Gobernación. ¿Tiene eso considerado en su proyecto de vida?
Estoy dedicado a la Universidad Manuela Beltrán, estoy contento ahí. No tengo agenda política electoral, en eso soy totalmente claro, así que en esos temas hasta aquí llegamos.

Tensiones electorales
- En este momento, viendo los toros desde la barrera, ¿cómo ve las tensiones que se están generando en la administración que hoy lidera el gobernador encargado, Juan Martín Hoyos?
Hay una gran crisis de liderazgo en la Gobernación, creo que hay la clara intención de poner la administración a favor de una causa política, que la administración no está quedando por encima de estas situaciones de carácter electoral. Ese es un estilo de gobierno que se contradice, y es natural que se estén dando esas situaciones.

- En Salamina, según versiones, usted fue chiflado y vituperado por algunos. ¿Qué piensa de que eso se hubiera presentado?
En primer lugar, no me enteré de alguna arenga en contra mía, o de algún insulto, pero es natural que esas circunstancias se den en una campaña electoral. Algunos teóricos de la violencia hablan de una violencia tolerable, en la que algunos expresan cosas, pero no van mucho más allá. Por el contrario, es muy destacable que al coincidir en Salamina dos reuniones de dos candidatos distintos, en un ambiente de alta crispación, no haya ocurrido nada. Cada quien dijo lo suyo, unos con un lenguaje más desapacible que otros, pero no ocurrió nada que pueda calificarse como violento o bochornoso.

- Usted salió de la Gobernación con una imagen muy positiva. ¿Para qué exponerse a que lo insulten y lo acusen de traición y deslealtad?
Tengo una visión de la política, como la tenían los griegos, de que uno debe interesarse por la sociedad, en este caso por la región, más allá de su propia comodidad familiar o personal, y en ese sentido uno entiende que tiene la obligación de seguir participando en los temas públicos, más cuando tuvimos la posibilidad de identificar a una persona de las mejores condiciones para ejercer la Gobernación.

"No hay mangualas"
- ¿Hasta dónde va su compromiso político con la campaña de Julián Gutiérrez?
No aspiro a que nombren gente cercana a mí en la Gobernación, ni nada parecido. Un grupo de personas coincidimos en que Julián es un buen candidato y puede ejercer una buena administración. Aquí no hay mangualas de ningún tipo.

- Las campañas de las dos coaliciones han optado por no ir a foros. ¿Qué piensa de que se tomen esas decisiones?
Puede obedecer al poco tiempo de campaña. No obstante que el departamento es pequeño hay que recorrerlo, hay que tener contacto directo con la gente, hay que llevarles un mensaje a los líderes de provincia. Sin embargo, los candidatos deberían entender que, como lo dice Sartori, hoy hay una videopolítica, una política de medios de comunicación, de tecnologías, de redes sociales y sería importante que le saquen tiempo a los foros, que son muy enriquecedores.

- La lucha electoral está centrada en las dos coaliciones tradicionales, pero el candidato Eugenio Marulanda podría quitarles bastantes votos. ¿Cómo ve esa situación?
Eugenio Marulanda enriquece la campaña, es un hombre intelectualmente muy valioso, ha sido un dirigente gremial nacional, su presencia le da realce al debate. Sin embargo, las condiciones no parecen estar dadas para que pueda tener éxito en este debate electoral. Es difícil definir a quién le puede estar quitando votos, posiblemente él esté captando algunos votos de opinión y eso es importante. Que haya más candidatos y propuestas no debe preocupar a nadie, por el contrario, debe ser gratificante.

Le quedó faltando
El exgobernador de Caldas Guido Echeverri dice que hubiera querido hacer más con Aerocafé, proyecto que ha avanzado lentamente y sobre el que está pendiente el anuncio de nuevo apoyo del Gobierno Nacional.
También le hubiera gustado firmar un convenio que ya estaca casi listo con el Icetex, para que bachilleres de la provincia caldense pudieran financiar sus estudios universitarios en Manizales.
Frente a la Licorera de Caldas y las críticas acerca de la rotación de gerentes, entre otros, durante su administración, aseguró que el actual gerente, Miguel Trujillo, lo está haciendo bien. "Es la única licorera que está creciendo en el país, y yo creo que a un gerente lo único que lo salva es su gestión".
Por eso mismo, criticó la posibilidad de su salida. "No se entiende por qué llega alguien a tratar de cambiarlo, y pese a que le cambian la junta, sigue haciéndolo bien".
En los mismos términos se refirió al gerente de Inficaldas, Marcelo Mejía, y justificó que ambos funcionarios se empecinen en quedarse en la administración: "Es absurdo que en un encargo de 50 días se quieran sacar funcionarios que lo están haciendo bien, y abortar procesos. Obviamente ellos se resisten a salir, yo creo que legítimamente, porque también tienen una responsabilidad con el departamento".

Las vueltas de Guido
Desde muy joven Guido Echeverri formó parte del Partido Liberal, específicamente de la corriente de Luis Guillermo Giraldo Hurtado. Ocupó cargos como concejal y alcalde de Villamaría, además de representante a la Cámara.
En el 2002 fue jefe de debate en Caldas de la campaña de Álvaro Uribe.
Estuvo en Cambio Radical junto con Tony Jozame, lo que le abrió las puertas para llegar a la dirección nacional de la ESAP.
Nunca perteneció al liberalismo barquista, pero en el 2010 solicitó aval para ser aspirante al Senado, cupo que al final le otorgaron a César Gómez Estrada.
A la Gobernación llegó apoyado por el yepismo y el liberalismo de la representante Adriana Franco, además de Cambio Radical, ASI, MIO y el Polo.
Ahora es el jefe de debate de la campaña a la Gobernación de Julián Gutiérrez, quien es el aspirante del Partido de la U, respaldado por el conservatismo sierrista y Cambio Radical.