Luis Francisco Arias B.
LA PATRIA | Manizales
Como “imprescindible” calificó el exministro Fernando Cepeda Ulloa la concreción de un pacto entre los sectores políticos colombianos para respaldar el proceso de paz con las Farc.
El experto en temas de Estado, quien recientemente estuvo en Manizales invitado por la Universidad Autónoma, también se refirió a la oportunidad que tiene Colombia de hacer nuevos aportes a la justicia transicional.
Aunque se mantiene escéptico acerca de la posibilidad de que se firme este año el fin del conflicto armando, cree que la presencia del delegado especial de los Estados Unidos en los diálogos, Bernard Aronson, agilizará las conversaciones.
LA PATRIA dialogó brevemente con Cepeda acerca de la posibilidad de lograr la paz.
Un factor nuevo
- El Gobierno ha dicho que este año espera firmar el acuerdo con las Farc. ¿Cree que se podrá?
Es difícil que se alcance, a no ser que el nuevo papel de Estados Unidos contribuya a eso. Es un factor nuevo, no estaba en nuestras cuentas, de manera que hay que poner entre paréntesis lo que ya estaba casi generalizado, que este año no se alcanzaba, de que las elecciones de octubre ya no servían para ratificar los acuerdos. Ese factor nuevo es muy poderoso, porque la presencia de Estados Unidos no va a ser pasiva, claramente van a actuar, van a seducir, van a opinar. Esa situación nueva cambia el panorama.
- ¿Por qué razones cree que Estados Unidos se atreve a participar?
Creo que es un asunto que ha tomado varios meses de discusión interna. Estados Unidos lo reconoce como una oportunidad con un límite: hay una campaña presidencial que entrará en furor, por tarde, a mediados del año entrante. Ya Hillary Clinton ha publicado varios libros, ya habla como candidata, ya republicanos como Mitt Romney han dicho que no irán. Ya Jeb Bush, que no estaba en las cuentas, dijo que sí va. La campaña ya está. Estados Unidos no puede arriesgarse a un juego de influencias, como el caso de Colombia, si se corre el riesgo de que eso impacte en la campaña (impactaría por los beneficios que pueden recibir los señores de las Farc, los narcotraficantes que están detenidos allá. Las Farc no irán por menos, lo primero será asegurar que suelten a Simón Trinidad). Creo que hay una ventana de oportunidad que se puede cerrar muy pronto, hay que ver cómo la van a administrar, y hasta cuándo.
- Pero hay otras razones de fondo…
Estados Unidos jugó un papel fundamental en el debilitamiento de las Farc y el Eln, y de los carteles de la droga. Sin Estados Unidos la presencia de las Farc y el Eln hoy en Colombia sería toda. Lo otro es que están involucrados en el tema de las drogas, y les interesa mirar los acuerdos en ese tema. Eso hay que aterrizarlo, y es un tema central para ellos, que son el principal consumidor, aunque los datos dicen ahora que es Brasil. También están otros asuntos de importancia geopolítica, como el caso de Venezuela, o los de la propia Cuba o hasta Centroamérica, en los que no se puede pasar por alto lo que está pasando en Colombia.
Cae la influencia venezolana
- Lo que ocurre en Venezuela, con su compleja crisis, ¿qué tanto puede influir en el proceso de paz?
Yo diría que a partir del nombramiento del enviado especial de los Estados Unidos la influencia de Venezuela disminuye. Es difícil encontrar un consenso de Caracas y Washington sobre Colombia.
- ¿Tal vez por eso el presidente Santos se atrevió hace poco a hablar un poco más fuerte sobre Venezuela?
Es posible, la situación está cambiando muy rápidamente. La sola declaración de los Estados Unidos sobre su acuerdo con Cuba para reanudar las relaciones diplomáticas cambió radicalmente el panorama, y cambió la situación... Cuba ya no es Cuba… ¿Qué es? He ahí el dilema.
Unidad por la paz
- Santos ganó su segunda Presidencia casi con un 50% de colombianos en contra, ¿Ve posible que la gran mayoría acepte los acuerdos que se firmen en La Habana?
Es la primera vez que se hace un proceso de paz con un desacuerdo nacional, eso no había ocurrido, y por eso es imprescindible una especie de pacto. Eso es lo que el expresidente César Gaviria plantea. El expresidente Uribe ha sido muy cuidadoso para opinar sobre eso y sobre la decisión de Estados Unidos de tener una presencia activa en el proceso. Eso es algo que está por definirse, lo ideal es que haya un pacto, porque un proceso de paz, que es un tema tan clave en una democracia, exige acuerdos sobre lo fundamental.
- Desde el primer gobierno de Santos anuncian reglas frente a la oposición. ¿Es el momento de retomar ese tema, para obtener mayor respaldo al proceso?
El presidente Virgilio Barco planteó el esquema gobierno-oposición en 1986, que duró cuatro años, y que yo pude introducir de cara al país, entre otras razones porque ya había una desmovilización de las Farc. Estaba la Unión Patriótica, senadores y representantes de las Farc en el Congreso, por supuesto en la oposición, y era necesario plantear el tema de cómo debía ser la relación en ellos. Los conservadores decidieron no participar en el Gobierno, lo dejaron en libertad de introducir ese esquema. Fue el primer gobierno en muchos años en tener una oposición, una de izquierda y otra de derecha, que era el conservatismo. Es necesario que si las Farc se van a convertir en partido político, para que cambien balas por votos, que haya reglas de juego que garanticen que el ejercicio de la oposición no solo es legítimo, sino seguro.
Aportes a justicia transicional
- ¿No hay riesgo de que, aplicando lo que dice Gaviria, se caiga en una especie de indulto general?
No, porque Gaviria sabe que hoy eso está prohibido en el mundo. Por eso no habla de perdón y de esas cosas. Se refiere es al tratamiento que se les debe dar a distintos grupos. ¿Cómo hacerlo? Esa es la discusión que hay que dar, que es difícil y complicada. Pero yo digo: la justicia transicional no está inventada, esta es la primera vez que se va a aplicar en un proceso de paz, y nosotros lo que debemos hacer no es aplicarla ciegamente, hay que ayudar a construir los conceptos de la justicia transicional, y en eso el aporte de Gaviria es fundamental.
- Las Farc han sido muy radicales en decir que no van a pagar cárcel, que no van a entregar armas. ¿Hasta qué punto la sociedad colombiana lo aceptará?
Ya lo aceptamos. Lo aceptamos con el M-19, con los desmovilizados de las Farc en los últimos años. Ninguno de ellos ha recibido castigo, son miles. Gaviria menciona eso, entonces hay que ver... La teoría dice que la cárcel no es el único castigo. ¿Hay impunidad cuando no hay cárcel? Hay otros tipos de sanciones ¿Cuáles serían? ¿Se puede imaginar? ¿Se puede inventar? Ese es el tema.
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