Liset Espinoza
LA PATRIA | Manizales
Bajar las empinadas e iluminadas calles del barrio Cervantes no fue nada difícil como tampoco lo fue dar con la casa de Liliana Mesa, administradora de una óptica, quien desde hace 12 años se dedica a repartir regalos a los niños de escasos recursos de Manizales.
Dentro de una caja de cartón que tenía en su sala se encontraban algunos regalos y camisetas que ya había recolectado. "Con mi esposo y mis hermanos nos íbamos por la 23, comprábamos juguetes entre nosotros y los repartíamos a todos los niños indígenas que había por el sector. También hacíamos olladas de arroz con pollo y se lo dábamos".
Sostiene que empezaron repartiendo 50 regalos, comprados con el dinero que le daban su esposo y demás familiares, pero a medida que pasaban los años, la cifra se incrementó. El año pasado los favorecidos fueron los reclusos de la cárcel La Blanca, donde entregó 380 regalos.
La prisión fue visitada por esta madre de familia cuatro años. "Los regalos los tenía que pasar dos días antes del 24 para que los requisaran", dijo.
Agrega que para esta temporada la meta es superar la cifra del 2011 y planea visitar un sector del barrio Samaria en el que habitan personas de muy bajos recursos y también El Aguacate, en donde viven personas desplazadas.
Aclara que lo que regala es nuevo. "No me parece justo dar algo usado, así se encuentre en muy buen estado, porque hay juguetes muy económicos. En otras fechas de pronto, pero en Navidad no, porque al niño lo que le gusta es desempacar y sentir el olor a nuevo", concluyó.
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