Empresarios de Summerland se defienden de cuestionamientos

Basados en datos proporcionados por la Cruz Roja, los representantes de la empresa organizadora del Summerland en Cartagena, ofrecieron una rueda de prensa para desvirtuar la información emitida por la Secretaría del Interior en la que se reportaron 100 casos de intoxicación por consumo de sustancias alucinógenas.

Según expresaron los empresarios, y confirmó a este medio un vocero de la Cruz Roja, en Cartagena, 256 personas fueron atendidas por diferentes quebrantos de salud (como hipertensión, deshidratación, cefaleas, entre otros) en los módulos de atención y clasificación prehospitalaria dispuestos en el evento, de los cuales 12 fueron remitidos a hospitales de la ciudad.

Javier Guevara, uno de los representantes de la empresa organizadora del Summerland, dijo que “la cifra de las personas que presuntamente estuvieron intoxicadas o fueron atendidas, fue de menos del 0.5% de los asistentes” y que “si bien estos incidentes opacan el buen comportamiento de la gran mayoría de los asistentes, es importante aclarar que no se reportó ningún caso considerable o comprobado de consumo de algún alucinógeno. No creemos que la calidad de nuestro evento haya sido desmeritada por los inconvenientes que se nos presentaron por cuestión de tiempo”.
Respecto de las declaraciones de la Secretaria del Interior, María Elena Vélez, los empresarios dijeron que “faltó un poco más de indagación y esperar el dictamen real, puesto que ni siquiera el personal médico de la Cruz Roja se atreve a confirmar qué sustancia consumieron esas personas. Para eso se tendría que hacer un examen médico más especializado”.

Con relación al supuesto ingreso de drogas al evento, los organizadores aseguraron que la Policía cumplió una buena labor con las requisas y los controles para el ingreso y que se trata de un problema cultural de abuso contra la autoridad.

Asimismo manifestaron que las personas que van a vender productos en el festival deben cumplir con ciertos requisitos y controles internos. “Alguien puede decir que consumió algo, pero ¿a quién se lo compró realmente? Es muy ligero precisar que fue el evento como tal el que vendió este tipo de cosas”, señaló Guevara.