La historia que muestra la película 21 Blackjack es realmente increíble. Según la versión cinematográfica, un joven muy apuesto de apenas 18 años llamado Bill Kaplan decidió aprovechar su inteligencia para las matemáticas y pospuso su carrera en Harvard para dedicarse de lleno a jugar al Blackjack. De esta forma, pasando de casino en casino, fue formándose una pequeña fortuna que luego multiplicaría hasta llegar a varios millones de dólares.
Obviamente, esta película está inspirada en una historia real y, a grandes rasgos, se puede confirmar que realmente Bill Kaplan se formó una fortuna con sus apuestas en el Blackjack. Así como también fue un pionero en el conteo de cartas, que, en la actualidad, es una técnica prohibida por la mayoría de los casinos, pero también resulta muy difícil de detectar en algunos casos.
Sin embargo, hay algunos cambios significativos en la forma en la que Bill comenzó a ejecutar este plan. Además de que la realidad siempre entusiasma menos que las versiones que pueden llegar a mostrar las películas de Hollywood.
Cuando salió de la secundaria, Bill contaba con la oportunidad real de ir a Harvard, lo que representa un privilegio que muy pocas personas llegan a tener. Sin embargo, él decidió posponer su ingreso en la universidad, debido a que prefirió probar suerte y desafiar sus habilidades en el blackjack.
El año en que comenzó con esta idea era 1977 y, obviamente, no existía el blackjack online, sino que se encontraba obligado a ir de forma física a cada uno de los casinos en los que quisiera jugar. El primer paso que dio a fin de poder concretar una estrategia más eficiente fue estudiar el libro Beat the Dealer: a Winning Strategy for the Game of Twenty-One, escrito por el profesor del MIT Edward Thorp.
Luego de haber estudiado estrategias que pudieran resultarle eficientes y luego de consolidar un estilo propio (que incluso se sigue usando hasta hoy), Bill Kaplan se dedicó a jugar en Las Vegas y llegó a juntar una ganancia de 35 000 USD a partir de una inversión inicial de 1000 USD. Luego de esto, se retiró por un tiempo y volvió a cursar sus estudios en Harvard.
Al correrse la voz del éxito que habia tenido Bill con esta estrategia, otro joven llamado J. P. Massar decidió conformar su propio grupo de jugadores siguiendo los lineamientos de Bill. Más tarde, Massar le consultó a Bill si le interesaba formar parte del equipo y continuar jugando en Atlantic City, que es otro gran destino elegido por los jugadores de todo el mundo.
Kaplan aceptó, pero cambió las condiciones del acuerdo para poder conseguir mejores resultados. En principio, trabajarían todos juntos con un sistema bien organizado en el que registrarían los casinos, las jugadas realizadas y las ganancias. Luego, irían acumulando trabajo y esfuerzos como si se tratara de una empresa para maximizar los rendimientos y aprovechar al máximo cada oportunidad que tuvieran.
La modalidad de juego que estos jóvenes habían inventado era tan novedosa que no existía ningún tipo de regulación legal o prohibición que los pudiera enviar a la cárcel. Sin embargo, los casinos son establecimientos que se reservan el derecho de admisión, por lo que, al descubrirlos contando cartas, los expulsaban inmediatamente y les negaban el derecho de admisión.
Si bien nunca sufrieron golpizas violentas o alguna agresión grave por parte de los casinos, una vez que se daban cuenta de sus estrategias y al identificar al jugador, al observador y al controlador, les prohibían el acceso y los sumaban a una base de datos que incluso ahora está disponible en las plataformas de blackjack online. Por lo tanto, perdían oportunidades de continuar jugando.
Finalmente, el modelo de Kaplan llegó a crecer tanto que tuvieron hasta 40 personas jugando en casinos alrededor de todo Estados Unidos y en todo el mundo. Sin embargo, aunque tenían muy buenas ganancias, las complicaciones eran cada vez mayores y se volvía cada vez más difícil administrar los ingresos de dinero y la distribución entre los socios. Fue por esta razón que, en diciembre de 1993, Kaplan disolvió la empresa que había consolidado, dividió las ganancias y se dedicó a otras actividades de inversión financiera.
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